Ser madre es una elección. Lo digo por esas que recuerdan cada dos por tres lo que han sacrificado por ser madres. Habrás dejado de hacer cosas, como todas. Es normal que de la responsabilidad de ser madre salga algún sacrificio. Si cualquier decisión de responsabilidad ya trae consigo alguna renuncia, ser madre no iba a ser menos. Habrás renunciado a cosas. Habrás ganado otras. Como todo en la vida.
Porque es un poco feo que los hijos crezcan oyendo todo lo que ha sacrificado la madre por ellos. Ser madre empezó siendo una elección, no un sacrificio.
La seguridad de sentirlo todo.
El mayor problema de las emociones desagradables es nuestro empeño en que desaparezcan. Ante la emoción desagradable buscamos huir. No nos gustan. No apetecen. No las queremos, pero existen. No solo existen sino que son necesarias. Vivimos rodeadas del discurso de la...
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