Ser madre es una elección. Lo digo por esas que recuerdan cada dos por tres lo que han sacrificado por ser madres. Habrás dejado de hacer cosas, como todas. Es normal que de la responsabilidad de ser madre salga algún sacrificio. Si cualquier decisión de responsabilidad ya trae consigo alguna renuncia, ser madre no iba a ser menos. Habrás renunciado a cosas. Habrás ganado otras. Como todo en la vida.
Porque es un poco feo que los hijos crezcan oyendo todo lo que ha sacrificado la madre por ellos. Ser madre empezó siendo una elección, no un sacrificio.
También en el desierto.
He llorado de emoción muchas veces en medio de un mar, alejada de la costa. La emoción de llorar de felicidad sintiéndome parte minúscula de algo tan inmenso no la había experimentado con nada más. He acabado el año descubriendo que la inmensidad del desierto me...
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