Ser madre es una elección. Lo digo por esas que recuerdan cada dos por tres lo que han sacrificado por ser madres. Habrás dejado de hacer cosas, como todas. Es normal que de la responsabilidad de ser madre salga algún sacrificio. Si cualquier decisión de responsabilidad ya trae consigo alguna renuncia, ser madre no iba a ser menos. Habrás renunciado a cosas. Habrás ganado otras. Como todo en la vida.
Porque es un poco feo que los hijos crezcan oyendo todo lo que ha sacrificado la madre por ellos. Ser madre empezó siendo una elección, no un sacrificio.
Yo me flagelo, tú te flagelas.
La letra con sangre entra es uno de refranes que alimenta la creencia de que solo el castigo nos ayuda a crecer. Nos han hecho creer que la bondad con uno mismo es perjudicial. El castigo físico ya no está presente, pero seguimos pensando que la autoflagelación es...
0 comentarios