Le pregunto a esos padres que les dicen a sus hijos que tienen que ser los mejores: ¿qué es ser el mejor? ¿Quién define eso?
No se puede educar a un niño con la presión de ser el mejor sin tener ni idea de lo que es ser el mejor. Un niño no puede crecer escuchando este mensaje porque existen muchas posibilidades de que jamás sea el mejor. Esa es la realidad. ¿Quién de los que os rodea es el mejor en algo?
Eso es educar enseñando a señalar al primero y al último de la fila. El primero es bueno, el último malo. Lo que hay que enseñar a los niños es a encontrar su sitio. Jamás intentar ser el mejor.
Educar al niño diciéndole que tiene que ser el mejor es crear un infeliz o un monstruo, alguien que querrá ser el mejor a toda costa (sin tener claro que es ser el mejor) utilizando métodos cada vez más sofisticados para serlo.
Educar para algo tan imposible e indefinido como ser el mejor es alimentar, una ver más, el miedo al fracaso. Así estamos.
Yo me flagelo, tú te flagelas.
La letra con sangre entra es uno de refranes que alimenta la creencia de que solo el castigo nos ayuda a crecer. Nos han hecho creer que la bondad con uno mismo es perjudicial. El castigo físico ya no está presente, pero seguimos pensando que la autoflagelación es...
0 comentarios