Lo importante no es sonreír. Eso ya lo sabes. Lo importante es tener motivos para hacerlo.
Sal, busca, cambia, piensa, mueve, rompe, manda a paseo, habla,….lo que sea para encontrar motivos para sonreír.
Mientras lo haces no es necesario que sonrías todo el rato. Nadie te obliga.
Tú ya sabes que lo importante no es sonreír. Lo importante es tener motivos para no dejar de hacerlo.
También en el desierto.
He llorado de emoción muchas veces en medio de un mar, alejada de la costa. La emoción de llorar de felicidad sintiéndome parte minúscula de algo tan inmenso no la había experimentado con nada más. He acabado el año descubriendo que la inmensidad del desierto me...
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