Lo importante no es sonreír. Eso ya lo sabes. Lo importante es tener motivos para hacerlo.
Sal, busca, cambia, piensa, mueve, rompe, manda a paseo, habla,….lo que sea para encontrar motivos para sonreír.
Mientras lo haces no es necesario que sonrías todo el rato. Nadie te obliga.
Tú ya sabes que lo importante no es sonreír. Lo importante es tener motivos para no dejar de hacerlo.
Hoy es siempre todavía.
La llamaré María. María es el nombre ficticio de una mujer joven y maravillosa a la que llevo tiempo atendiendo. María es una mujer que me ha dado permiso para publicar una maravillosa carta que se escribió a sí misma. María llegó a mí con una potente voz interior que...
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