Mucho se habla: miedo luego existo. Con Pilar Utrilla.

julio 8, 2019

 

“No tengas miedo”. “Vivir sin miedo”. “Con miedo no puedes hacer nada”. “Deja el miedo ya”. “Vence a tu miedo”. ¿Os suenan? ¿Os lo han dicho alguna vez? ¿Las habéis visto en algún libro de autoayuda?

Ante estos mensajes, los seres humanos que a veces somos muy bien mandados, comenzamos a buscar nuestro botón “miedo-off”… En el ombligo, en la planta del pie, en el tatuaje “stop fear” y… ¡Oh sorpresa! ¡A mí no me lo pusieron!

Y ahora, ¿qué hago? Leo unicornio-consejos, hablo con mi amiga Pitu que es muy positiva, respiro, me siento en posición “flor de loto”, sigo un tutorial sobre cómo hacer yoga en youtube, como kale, me hago una limpieza de aura a la luz de la luna y, cuando logro conectar conmigo misma después de un viaje astral, me doy cuenta de que “miiiiieeeeeeeeeedo, teeeeeeeeeeengo mieeeeeedo”. Qué cosas, ¿eh?

Al borde del colapso energético-cuántico me pregunto: y ahora ¿qué? ¿Qué hago cuando lo he intentado todo y no he podido quitarme el miedo? Pues bien, hoy te traigo una solución revolucionaria y clínicamente testada: TEN MIEDO.

 

Porque tener miedo significa que eres un ser humano normal al que le funciona bien la mente y que se expone a cambios, a situaciones difíciles o adversas, que está subestimando sus propios recursos o simplemente que todavía no ha adquirido las herramientas de afrontamiento necesarias.

 

La mente humana está preparada para la supervivencia, para proteger nuestra integridad física y garantizar nuestra continuidad como especie y, las emociones (como el miedo) cumplen su función aportándonos información muy valiosa que nos permite movernos con cierta soltura por el mundo. Por eso es muy importante poder sentirlas, reconocerlas y gestionar nuestro comportamiento en su presencia.

 

EMOCIÓN

Funcionalidad en la persona

Funcionalidad en la realidad interpersonal

Conductas que suelen realizarse

Miedo

Identificar amenaza, promover huida-ataque

Indicar sumisión, prevenir ataques, pedir ayuda

Escape/Evitación

 

Actualmente estamos inmersos en un contexto y funcionamiento social de fobia al miedo y, precisamente este pánico a sentirlo, hace que paradójicamente aumente la espiral del miedo. Te lo explico con una fórmula.

 

Si fobia es igual a miedo, entonces fobia al miedo es:

Miedo (fobia) + miedo = 2 veces miedo.

Por tanto, ¿qué te parece si para empezar nos quedamos sólo con el miedo primigenio? Te pongo un ejemplo: si tienes miedo a volar en avión, siente y reconoce ese miedo (un poco más adelante en el artículo veremos qué podemos hacer con él) sin añadir la exigencia de quitarte el miedo ya. Para ello es necesario: darte permiso para tener miedo ante algo que efectivamente, ¡te da miedo! Darnos permiso implica dejar al menos una lucha mental: la del miedo a no vencer nuestro miedo primigenio. Así de momento, mi fórmula magistral quedaría de la siguiente manera:

Miedo (fobia) + miedo = 1 vez miedo.

Tener miedo es normal, humano. Lo que es de locos es no tenerlo, ya que estamos atentando directamente contra nuestra mente y su objetivo principal: garantizar nuestra supervivencia. ¿Os imagináis cruzar el Paseo de la Castellana en Madrid por una zona sin semáforos sin miedo? La probabilidad de llegar al otro lado de la calle se reduciría considerablemente.

 

Entonces, ¿cuál es la clave para hacer cosas que quiero hacer “a pesar de” o “en presencia de” miedo? (recuerda que en su presencia los comportamientos habituales tienen que ver con la huida o evitación): añadir al miedo tus valores.

 

Tus valores son la descripción de cómo quieres comportarte como ser humano, como quieres actuar en aquello que haces; qué es lo que desearías que simbolizara tu vida; según qué principios deseas vivir; qué cualidades personales y rasgos de carácter deseas cultivar. Son modos de comportarse a lo largo de la vida, que nunca pueden estar completados o tachados de la lista como “cumplidos” porque siempre están en marcha. (Cuestión de Confianza, Russ Harris, 2010)

Miedo + valores = pasos en la dirección de la vida que quiero

Siguiendo con el ejemplo de “miedo a volar en avión”, si te da miedo el avión y quieres esperar a “vencer tu miedo” para poder hacerlo entonces estás en la primera fórmula, la de 2 veces miedo. Y probablemente será muy difícil que viajes.

 

Sin embargo, si combinas tu miedo a volar con lo que es importante para ti como conocer otras culturas y personas, admirar la belleza, conocer nuevos lugares, empaparte de las costumbres de otros o disfrutar del arte conseguirás varias cosas:

  • Acercarte a la vida que quieres.
  • Permitirte hacer cosas que aportan sentido y significado a tu vida.
  • No añadirás más miedo al miedo.
  • No añadirás más malestar al que ya sientes en forma de culpa o frustración.
  • Probablemente te sientas satisfecho contigo mismo por afrontar tu miedo (que no quitártelo) y dejar que aun en su presencia puedas acercarte a algo importante para ti. Y esto es un potente reforzador.
  • Paradójicamente, es muy probable que por habituación, tu miedo a volar vaya disminuyendo. Pero ni siquiera esto es lo verdaderamente importante, lo importante es TÚ serás piloto de tu propia vida y no el miedo.

Algún lector avezado se preguntará: “Muy bien y…¿mientras monto en el avión con mi miedo, qué hago?” Recordemos que el miedo en muchas ocasiones es una emoción muy intensa que puede desencadenar ataques de ansiedad o pánico, por ello es muy importante entrenar a nuestra mente para que se “desenganche” de esas emociones y pensamientos difíciles que surgen cuando nos enfrentamos a situaciones complicadas.

 

Una manera de hacerlo es poner foco en acciones que sean útiles, tengan significado para mí y requieran de mi atención teniendo en cuenta el contexto (la cabina de un avión). Por ejemplo, si eres maestro, corregir exámenes, transcribir audios de ejercicios a formato texto para poder presentarlos en clase, diseñar experimentos y dinámicas… Esto no te quitará el miedo, pero te ayudará a calmar tu mente posicionándote como observador de sus películas y no como protagonista de sus escenas más horribles y catastróficas.

Así, nuestra fórmula se seguiría enriqueciendo:

Miedo + valores + foco = vida con significado

Mención especial recibe el término evitación puesto que vivimos en un contexto en el que se nos insta continuamente a no hacerlo. La evitación no siempre es desadaptativa. Siguiendo el ejemplo anterior, si alguien siente miedo a volar pero no es importante para él o ella conocer otras culturas o admirar el arte y la belleza, podrá pasar su vida sin montar en avión y que ésta esté repleta de significado.

Por todo lo anterior, cuando lo hayas probado todo, notes que el miedo te paraliza y te aleja de la vida que quieres: date permiso para tenerlo, reconoce y explora tus propios valores, y pon foco en acciones con significado. Esto no será fácil y es posible que no puedas sólo. Si es así, consulta con algún profesional que pueda ayudarte.

Este artículo ha sido escrito por Pilar Utrilla. Pilar se define así:

«Soy una psicóloga que vive y trabaja en Madrid, aunque tengo una importante influencia de la tierra de Don Quijote, la tierra de mis padres. Creo en la psicología como ciencia e intento aplicarla como Sancho Panza, con los pies en el suelo, aderezándola con dosis de ilusión y sueños al estilo del ingenioso hidalgo.  PSICO & CO (Más que psicología) es mi centro, desde donde acompaño a la gente que quiere iniciar un cambio. Me gusta el cine, la fotografía, contar historias, estar con la gente que quiero es mi pasión y admiro las cosas bellas (aunque no tengo ni idea de arte) y el sentido del humor».

Pilar, un placer haber coincidido en redes contigo y con tu sabiduría.  

 

 
 

 

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2 Comentarios

  1. Pilar Utrilla

    ¡El placer absoluto ha sido mío! Eres un gran ejemplo de colaboración y generosidad, psicología aplicada con melena rubia!
    Un abrazo.

    Responder
    • mariajesusgimenez

      Con melena o sin melena, rubia o morena lo que es un placer es estar rodeada de personas como tú. Un abrazo.

      Responder

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