Produciendo voy. Produciendo vengo.

julio 14, 2019

Hace poco menos de un año ya dediqué un post al tema . Y es que cada cierto tiempo me gusta rendirles un homenaje a los del éxito profesional, la productividad y el ansia por ser eficaces y eficientes. Esta semana se me cruzó un artículo de esos que miden la valía del ser humano por su capacidad productiva, que no reproductiva. Nada nuevo bajo el sol, un artículo fast food cocinado con los ingredientes de siempre:

  • El individualismo.
  • La identificación del «ser» con los objetivos.
  • La productividad únicamente como fruto del trabajo.
  • La identificación de éxito profesional como éxito vital.

Pongamos en contexto este tipo de artículos. En ellos siempre se pone como referente a gente pudiente y poderosa, ricachones de esos cuya imagen de éxito es poder, dinero y reconocimiento social.  Si son felices o desgraciados interesa poco. Lo importante es el poderío.

Estos artículos pasan de puntillas por la vida personal y si tocan el tema de refilón es por poner un poco de humanismo a la maquinaria productiva y, cómo no, porque está de moda hablar de personas. Conseguir el éxito profesional es conseguir éxito profesional. Existen maravillosas vidas de éxitos personales percibidas como fracasos por no ajustarse al patrón del referente productivo. ¿Cuántos fracasos personales se esconden detrás de éxitos profesionales? Chi lo sa.  ¿Recordáis mi post los palos de la baraja? Apostar por un palo no solo no es éxito vital sino que aumenta la probabilidad de sentirse fracasado si nos falla la única carta por la que hemos apostado.

Porque muchos “expertos en personas” hablan de la productividad humana como quien habla de su lavadora. ¿Qué capacidad tiene mi lavadora y en cuánto tiempo me deja la ropa perfecta? Medir a las personas por su capacidad de producir no es poner en valor a las personas. Es, de entrada, poner en duda tu conocimiento sobre la riqueza y grandeza del ser humano.

Pero vamos al lío. Tras analizar artículos sobre cómo aprovechar mejor el tiempo, he confirmado algo que ya sabía: jamás seré una “triunfadora” porque mi producción va como su dueña. Yo también produzco, pero mando yo sobre mi vida, mi vida no gira en torno a mi producción laboral. Intento adaptar mi producción a mi vida, no mi estilo de vida a mi producción. Aunque me cueste.

1.- La sensación de satisfacción vital va ligada a tener muchas tareas y compromisos y muy poco tiempo. Mi sensación de satisfacción vital va ligada a tener mucho tiempo y poco tiene que ver con las tareas y compromisos. El mejor regalo que me puede hacer la vida es tiempo.  Si el ideal de persona productiva es presumir de tener muchas tareas y compromisos y poco tiempo, te regalo esa productividad. Vale que eso es la vida que nos ha tocado vivir, pero ¿ese es vuestro ideal de vida? El mío no.

2.-Al tener muy poco tiempo tenemos que tener la capacidad de estar al 100% en cada tarea. Pues yo si algún día estoy al 80% no me pasa nada. Incluso tengo la capacidad de llegar al lunes con un 20% de gasolina tras un fin de semana tan maravilloso como agotador. Y productivo. Yo no soy un porcentaje de rendimiento.

3.- Madruga. Fijaos que a mí, de entrada, lo de madrugar me suena a pobre. Y ojo, que a mí me encanta madrugar y despertarme antes de que amanezca.  Esto me recuerda aquel artículo que desvelaba que un secreto de los triunfadores era levantarse a las 4:30 de la madrugada. Si a las 7:30 ya has enviado cien correos, has corrido 20 kilómetros, te has puesto al día con las noticias del mundo mundial y revisado la agenda del día vas por buen camino. ¿En serio vuestro ideal de triunfador es alguien que se despierta a las 4:30? Para mí triunfo es poder darle un manotazo al despertador y quedarme durmiendo un poco más porque tengo sueño.  El detalle de que los humanos presentamos diferencias individuales en los ritmos circadianos influyendo en nuestra manera de ser nos lo pasamos por el forro. No ha existido ningún genio nocturno, con inspiración, producción y felicidad nocturna. Claro que no.

4.- Registro de tiempo.  Si no anotas el tiempo diario que ocupas en cada tarea mes a mes no sabrás donde pierdes algunos minutillos de tu tiempo. Esto me recuerda a mis hijos, nadadores ellos, siempre compitiendo contra ellos mismos, crono en mano con el único objetivo de bajar tiempo. No sin mi crono. Hoy he bajado tiempo en lavarme los dientes, ya consigo ponerme el zapato mientras me peino y me maquillo en el ascensor porque, ¿cómo voy a perder el minuto que paso bajando del séptimo cada mañana? Mi próximo reto es conseguir tomarme el café mientras me maquillo.

5.- Selecciona entre compromisos.  Si son compromisos laborales selecciona los más fructíferos; si se trata de compromisos personales selecciona entre los que más te apetezca. Claro que sí.  Ya hemos llegado a tu isla, porque vives, incluso eres una isla desierta. Se trata de elegir lo más fructífero para ti. Olvídate de lo que necesiten los demás en un momento dado, dedicar tiempo al otro cuando  te necesite,…No, haz lo que te apetezca. Los demás están para serte útiles. Normal si lo mides todo en términos de productividad y utilidad. ¿Nadie te ha comentado lo fructífero que es establecer lazos con la gente que te quiere? ¿Has probado dejar tu isla, construir algún puente y probar a querer más allá de tu ombligo? Es enormemente productivo.

6.- Domingo: lista de actualización. Jamás se te ocurra llegar reventado al domingo por la noche después de un fin de semana bestial. Jamás peques de cansarte un fin de semana. Jamás experimentes lo que es llegar el lunes al trabajo a descansar. Jamás caigas en la trampa de creer que uno se puede cansar en el período de descanso y estar feliz con ello. Porque para ser más productivos es fundamental estar bien descansados. Descansas para producir mejor. Trabajo cuando me canso y cuando descanso. Es una opción pero solo de los que entienden productividad en el trabajo. Como si no fuera productiva una noche con amigos del alma, confidencias y ver amaneceres. Como si no fuera productivo coger un tren para estar con un amigo y volver a las tantas de la noche del domingo.

7.- Es bastante probable que con esta obsesión, rigidez y búsqueda de control (algún día escribiré sobre mi tipología de personas Excel, Word y Power Point) lleves una Marie Kondo allá donde quiera que vayas, sea tu armario, mesa de despacho, coche,  corazón o vida interior. Obsesión y control. 

8.- Conciliar es una capacidad que se puede tener sin necesidad de hijos, pero hay algunas vidas que necesitarían un par de hijos para aprender de un guantazo flexibilidad y capacidad de improvisación. Porque claro, ¿cómo se pueden seguir estos consejos teniendo familia? Imposible. Ah, no, que éxito vital solo va ligado a la profesión.

Cada uno elige la vida que quiere o puede llevar. Cada uno mete en la palabra productividad lo que quiere, porque para mí productividad también es una vida llena de amaneceres y puestas de sol, paseos junto al mar, cafés con amigos, cañitas al sol, confidencias, entrega a los hijos, amor a los que quiero. 

Productividad es capacidad de improvisar, de saltarme el guion, incluso de no tenerlo en algún momento. Productividad es descubrir la efectividad de que me quieran, me acompañen, me cuiden, me den la mano en el camino de la vida. Para estar bien, ser exitosos y productivos nos necesitamos. Para ser productivo, hagas lo que hagas, necesitas crear un nosotros.

Entradas relacionadas

También en el desierto.

También en el desierto.

He llorado de emoción muchas veces en medio de un mar, alejada de la costa. La emoción de llorar de felicidad sintiéndome parte minúscula de algo tan inmenso no la había experimentado con nada más. He acabado el año descubriendo que la inmensidad del desierto me...

Cuántos cuentos te cuentas.

Cuántos cuentos te cuentas.

Esta semana ha muerto Kirstie Alley. Tenía 71 años. Es curioso como estas personas que se han metido en nuestras vidas viven (y mueren) ajenas a su edad cronológica. Kirstie es, entre otras, esa Rebecca de Cheers, esa serie en la que se suceden escenas en un bar de...

4 Comentarios

  1. Jonatan Molina Torres

    Gracias María Jesús. Estoy en una época de mi vida que necesitaba leer algo así. La sensación de estar constantemente haciendo cosas, de que no llegas a todas y la insatisfacción que ello te genera… eso no es sano. Yo también conozco la sensación de fin de semana desaprovechado por no haberlo dedicado a trabajar horas y horas con un ordenador… Es necesario pararse a reflexionar si esa es la vida que uno quiere tener.

    Un saludo.

    Responder
    • mariajesusgimenez

      Me alegro de que te guste Jonatan. Es necesario poner un poco de cordura ante tanta necesidad de no poder estar sin hacer nada productivo. Un saludo.

      Responder
  2. Silvio

    Un alivio leer esto, las personas somos más que generar productividad y más que cumplir agendas. Los libritos de autoayuda están llenos de haz una agenda, apúntalo todo, que no se te olvide ser rapido, no procastines (maldito verbo)… En fin, gracias por escribir y publicar esto, tan cierto, tqn cuerdo, tan humano. Un beso, María Jesús

    Responder
    • Mjgcaimari

      Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo.

      Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *